lunes, 24 de mayo de 2010

El Señor bigotón y su Reino del Revés



Quiero ser objetivo. Incluso, trato de buscarle el lado positivo a las cosas. Juro que intento ver las cosas desde el peñón de las objetividades, pero no me dejan. Políticos como Aníbal F. desalientan a cualquiera. Es que el país en donde él vive, no es Argentina, es el Reino del Revés. Y en ese Reino de personas felices en las calles, la inseguridad no es tal sino una sensación, una simple y ligera sensación. O sea, los motochorros (léase, arrebatadores sobre dos ruedas), los menores de edad portando armas y cometiendo crímenes aberrantes protegidos por su condición de inimputables, las drogas baratas y malas, y las otras, que suman cada día decenas de asesinos en potencia a sus filas, la creciente violencia en las escuelas, los secuestros, las violaciones, y los largos etcéteras, no son tales sino miedos impuestos por los multimedios sensacionalistas que solo desean desestabilizar al gobierno y hacerse del poder. Todo eso es mentira o una exageración, en el mejor de los casos, para el petulante y fantasioso Señor Aníbal F. En su Reino del Revés, las cifras negativas del gobierno son manipuladas por el periodismo títere de esas multinacionales desestabilizadoras. Para él, es una farsa la inflación que se devora a los bolsillos de la gente en la calle cada vez que se paga lo mínimo indispensable para vivir, y se aferra, felizmente, a los números pintarrajeados y enflaquecidos del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), un organismo público, de carácter técnico, que unifica la orientación y ejerce la dirección superior de todas las actividades estadísticas oficiales que se realizan en el territorio del país y que es visiblemente manipulado por un gobierno que pierde credibilidad como hojas un árbol en pleno otoño. Es así como los precios se disparan pero la inflación apenas se mueve. Como saltando entre las flores de su jardín mental, se pasea por todos los programas televisivos de farándula argentina y desde allí, denigra, insulta, irrespeta, basurea, menosprecia, a todos aquellos “incultos” “que no saben nada” de política y de realidades, y florea su verborragia coloreada con crayones de hipocresía. Apunta con su dedo y acusa, acusa a todo aquél que ose estar en contra de sus amos, denuncia y argumenta que todo es un complot, que todo es mentira; esa Argentina de niños muriendo de hambre, esa Argentina de salarios míseros, esa Argentina de confusión y desesperanza, esa Argentina… es un invento. No existe. Y todos nosotros lo escuchamos, y algunos le creen, otros no tanto, y otros no soportamos más que este personajito, abogado de mala muerte que está donde está porque se afilió a un partido político popular y se casó con todos los gobiernos corruptos justicialistas en pos de migajas más grandes, ese mismo personajito fabulador que no tiene autocrítica ni tampoco respeto por nosotros, los argentinos que sí vamos a la carnicería o a la verdulería y pagamos siempre más o que vemos morir bajo lluvia de balas a los hijos del pueblo que los gobiernos barren bajo la alfombra de la indiferencia, y no esos argentinos, veinte o treinta ladrones hijos de puta que han engordado sus patrimonios personales de forma descarada y que encima, nos quieren dar clases de dignidad y buenas costumbres. Sí, ese Reino no existe, personajito, existe esta Argentina que ni vislumbras o que no quieres ver por conveniencia. Estaremos en la calle cuando por fin abras tus ojos y verás que la verdad está en la boca de los que claman justicia y no en el bolsillo lleno de los arrogantes y los corruptos. Deberías saber que los títeres son útiles mientras sirven para sacar una sonrisa. Pero eso no es para siempre, una vez que dejan de servir se limpian el culo con ellos y los arrojan a la calle. Y ahí estaremos, bigote. Ahí estaremos.

2 comentarios:

  1. Yo ya estoy al borde de la conspiparanoia, una de esas multinacionales en complot que nos usa no será McDonalds que, en aras de que tengamos miedo a pasar mucho tiempo en un restaurant por la "sensación de inseguridad" optemos por una de sus hamburguesas? o peor! que querramos pedir a casa para no salir!!
    Aníbal F. Sálvanos del engaño!!

    Joder

    Hablando en serio, personajitos de esta calaña hay en todo gobierno incompetente que, cuando no reprime, intenta manipular la mente de los más ingenuos. En fin, lo estaremos esperando, yo al lado tuyo y eso que no soy Argentina, pero este país me cobija y yo a cambio quiero cuidarlo!

    Te auguro buen futuro!

    AGM.

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  2. Salir a la calle. Me gustó eso, es lo que hace falta, pero no con careolas sino con una buena metralleta, otra no veo.
    La nota excelente, yo tambièn te veo un futuro sin límites en esto.
    Abrazo.

    Fer

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